El libro de los Derechos Humanos

Los derechos humanos representan una verdadera oportunidad de vivir y dotan de confianza al ser humano que opta por instinto una vida segura e íntegra al momento de obrar y respetar a la ciudadanía en general; en el Ecuador no se debe ignorar jamás, la utilización de tan preciosos dogmas.

 

Derecho abarca un infinito respeto a la integridad de una persona, es el valor que propiamente posee este ser, por el hecho de tener un lugar en el mundo y haber ganado diversos dones por la gracia de Dios; seguro todo aquel que cree en los Derechos cree en un mañana mejor.

 

El Ecuador es un estado de Derecho, posee una constitución que resulta un combo de felicidad para el hombre y a la vez la máxima garantía de vida; sin embargo, es difícil mencionar el hecho de compararla con una agenda personal, la cual se programa pero no se cumple con veracidad.

 

Los ciudadanos son iguales en convivencia nacional e internacional; no representa nada la diferencia económica, social, cultural, mucho menos la raza; lo que es verdad, es que debe existir similitud al dar y recibir en una sociedad que reclama libertad y oportunidad como la nuestra.

 

El país es superficie de cambios a corto plazo y de irregularidades múltiples; constituye un campo abierto a la injusticia y al quehacer destructivo cotidiano; unos cuántos se dedican a transformar una república rica, llena de valores, en un infierno de irrespeto con leyes frágiles que provocan desilusión y sufrimiento.

 

El renacer nacional hace un llamado al pueblo, sufrido grupo de lucha periódica por una vida decente, para que se involucre en el arduo proceso de conciencia y práctica de derechos humanos, para que estos suban de categoría y dejen de ser simple “libro”.